Hasta hace poco, ver una película en casa no era una tarea sencilla, en primer lugar la variedad de formatos (VHS, Beta, 2000…) limitaban la capacidad de elección como también lo hacía la disponibilidad. El videoclub podía disponer de una, dos o tres copias. Hoy esa barrera no existe. La tecnología ha superado esas limitaciones gracias a las plataformas de streaming.
Sin embargo, cuando hablamos de las relaciones entre los ciudadanos y la administración, volvemos a encontrar importantes barreras que dificultan, limitan o incluso impiden desarrollar trámites que a priori parecen sencillos. De nuevo limitaciones como diversidad de formatos o exigencias de presencialidad, lastran el proceso de transformación digital de las administraciones públicas…
Seguir leyendo en el Diario Información
José María Fernández y Josefa Parreño